MÁS SOBRE P.A.S.
En los últimos años, tanto en la literatura científica como en la divulgativa, nos encontramos cada vez más con este nuevo concepto, el rasgo P.A.S. (Personas Altamente Sensibles), pero para empezar, ¿qué es un rasgo de personalidad?
Ya Hipócrates planteó una de las primeras teorías en torno a los rasgos, o como él describía, sobre los temperamentos.
Un rasgo se podría definir como “la tendencia de un individuo a comportarse de una manera consistente en muchas situaciones distintas”. También se define como “disposición o tendencia latente para comportarse de una manera concreta que solo se manifiesta en las situaciones apropiadas”.
Las teorías y tipologías de los rasgos de personalidad han sido muy variadas y discutidas a lo largo de la historia, pero ¿a qué nos referimos con este rasgo P.A.S. que parece estar tan de moda en artículos, libros y tertulias en muchos medios de comunicación?
La primera vez que se hizo referencia a este término fue de la mano de la doctora Elaine Aron (1944) en la década de los 90, A través de las investigaciones que dirigió junto a su marido Arthur Aron, llegó a la conclusión de que aproximadamente un 20% de la población es Highly Sensitive Person (HSP) es decir, Altamente Sensible.
PERO ¿QUÉ ES LA ALTA SENSIBILIDAD?
Según los Aron, la Alta Sensibilidad existe cuando una persona posee un sistema neurosensorial más desarrollado que la mayoría de la gente con lo cual, la persona con Alta Sensibilidad recibe en proporción, mucha más información sensorial simultánea que alguien simplemente con una sensibilidad media.
Debido a este exceso de información que las personas altamente sensibles tienen que procesar, puede dar lugar a una saturación sensorial, donde se pueden dar situaciones de bloqueo en esa persona importantes, un estrés crónico que la persona no es capaz de controlar, pudiendo dar lugar a patologías asociadas a tal saturación sensorial.
Según estos autores, la Alta Sensibilidad es un rasgo hereditario que afecta a dos de cada diez personas, mujeres y hombres por igual. Hay que aclarar que es un rasgo de personalidad, que no es bueno ni malo en sí mismo.
Es decir, no es un trastorno, no es una patología, tampoco una etiqueta o un don, es una característica de la personalidad relativamente frecuente en la población general con la que nacemos, que se va desarrollando a lo largo de la vida y donde debemos necesariamente contar con ciertas herramientas que aumenten la calidad de vida de las personas P.A.S. y evitar así el sufrimiento que muchas veces nos genera “la vida” por el hecho de haber nacido tan sensible lo que conlleva a no entender en muchas ocasiones lo que les pasa, aunque no es menos cierto que ser P.A.S. no equivale necesariamente a SUFRIR constantemente en la vida, pero sí muchas veces esta característica de personalidad da lugar a sentir todo de manera más intensa.